“Seinfeld”, una “serie sobre nada” o la aparición de antihéroes

Lee las primeras reseñas de Seinfeld En la prensa francesa (incluido Le Monde ), se observa hasta qué punto Francia aún tenía en aquel entonces una cultura débil de series de televisión, y en particular de comedias de situación. Mientras que los más indulgentes no comprenden bien la alternancia entre las secuencias filmadas en el club de comedia y las demás, los más severos la ven solo como una copia pálida de Dream On , sin saber que Dream On, de hecho, se estrenó un año después de Seinfeld .
En su defensa, la serie no se emitió en Francia hasta 1993, primero en Canal Jimmy y luego en Canal+. Incluso la crítica estadounidense de la época se quedó atónita por el tono y el humor «demasiado judío, demasiado neoyorquino» (según el entonces director de programación de la NBC) de la serie creada por Jerry Seinfeld y Larry David, dos comediantes del mundo del stand-up y los programas nocturnos .
A Seinfeld le tomará algunos años, Lanzado el 5 de julio de 1989, Para Encontrar a su público, sin que nadie en la NBC se preocupara —era una época diferente—, pero una vez lanzado, el cohete alcanzó las estrellas. El 14 de mayo de 1998, el final de la serie atrajo a 76 millones de espectadores en directo (incluidos unos cuantos miles reunidos en Times Square). Cinco años después, el episodio final de Friends atrajo a «solo» 52 millones de personas.
ExtrañezaNada mal para un "programa sobre nada", una interpretación errónea que se ha convertido en la definición de un programa que, en su lanzamiento, no se parecía en nada a las populares comedias familiares de los 80. La frase solo apareció en la cuarta temporada de Seinfeld , justo cuando sus índices de audiencia se disparaban, como si el programa estuviera tomando conciencia de su rareza. En su arco narrativo más meta, Seinfeld presenta a Jerry y George intentando venderle a la NBC un proyecto de "programa sobre nada". Público y crítica. luego confundió este espectáculo ficticio con lo que Seinfeld muestra realmente: cuatro personajes en situaciones cotidianas, banales, sin principio ni fin, en un restaurante, en la cola del cine, en el aeropuerto, en el metro... Con una cosa en común: cuanto menos en juego, mejor le va a la serie.
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Le Monde